martes, 26 de febrero de 2013

PREFACIO


EL MATRIMONIO PERFECTO
SAMAEL AUN WEOR

CUARTA EDICIÓN – AMPLIADA Y CORREGIDA
COLOMBIA – 1961


PREFACIO
Por Julio Medina V.

La hora presente es gravísima para la humanidad y hay que hablar claro y recio en estos momentos en que todas las religiones, sectas, escuelas, logias, creencias, órdenes, clanes, partidos políticos y naciones viven en lucha terrible buscando su propia supervivencia. Es la hora del Ser y del no Ser de la filosofía. Este es un instante decisivo para la humanidad; por lo tanto, nos toca hablar con claridad para poder prestar ayuda inmediata a los que quieren hacerse asistentes a la sala de la sabiduría divina.

Centenares de espiritualistas de aula se ruborizaron con nuestro lenguaje de combate usado en el primer prefacio de esta obra la cual revolucionó a muchas escuelas espiritualistas, pero ello fue necesario en los comienzos para poder despertar a los dormidos de todas las creencias y brindarles una ayuda necesaria. Todos esos contribuyentes vivieron pagando cuotas sin recibir provecho alguno y "Mientras haya mercaderes en el Templo, habrán Reformadores indignados"

Antes del gran diluvio universal se le dio a la humanidad un arca de salvación y muy pocos la aprovecharon. Así lo demuestra la enseñanza bíblica. Hoy, como en aquellos tiempos, un nuevo Capitán dio la voz de alerta: el Venerable Maestro Samael Aun Weor, quien ha puesto en nuestras manos una nueva Arca de la Alianza para que nos podamos salvar de la espantosa borrasca que se aproxima. Nosotros ya somos náufragos; se nos ha tendido una tabla de salvación; esa tabla o arca de salvación es el Gran Arcano. Aquí tenéis la doctrina del Salvador del Mundo. La humanidad ya conoció al Cristo histórico y ahora debe conocer al Cristo en sustancia, el cual vive y palpita en el fondo mismo de nuestro sistema seminal.

En esta obra nos enseña el Maestro Samael Aun Weor, Kalki Avatara de la Nueva Era de Acuario, que la redención del hombre está en el sexo. Nos habla con asombrosa claridad de los grandes misterios del sexo; nos muestra en todos los libros sagrados de las grandes religiones del mundo cómo allí se encuentra en forma muy velada esa gran sabiduría. Con Biblia en mano nos demuestra esta grandiosa sabiduría, nos muestra cómo ese libro sagrado, que es una joya de ciencia oculta, principia en el Génesis hablando del Sexo y termina en el Apocalipsis hablando del Sexo. Y hoy, todos aquellos valerosos que hicimos caso omiso a los mete miedos y que nos pusimos pacientemente a practicar todas las enseñanzas que él nos está, dando, damos fe de la maravillosa transformación que hemos logrado en todos los campos de la actividad humana y de las maravillas que hemos descubierto dentro de nosotros mismos, y deseosos de corresponder al Maestro los beneficios recibidos con su majestuosa sabiduría, que de gracia hemos recibido, no podemos menos que ayudarle en la gigantesca obra que hoy pesa sobre sus hombros como es la dé abrir la Era de Acuario, que será totalmente espiritual.

La mujer es la vestal del templo divino; nuestra esposa sacerdotisa es la vestal dé nuestro templo interno; el hombre es un sacerdote que oficia en el templo del amor. La sacerdotisa prende los fuegos sagrados; esos fuegos son enteramente sexuales. Nuestra propia esposa sacerdotisa es el mismo Atanor que tanto buscaron los alquimistas y luego enseñaron con suma cautela, porque la humanidad no estaba madura para recibir esa sabiduría. Con la muerte de Jesús, el Cristo, se rasgó el velo del templo; ahora, con la venida de Avatar de Acuario se abrió de par en par ese velo y la presente humanidad podrá conocer los profundos misterios del sexo. Con estas fuerzas se hace un coloso y con ella podrá despertar las maravillas que tiene dormidas o encadenadas, en la misma forma en que hoy la ciencia materialista ha despertado las terribles fuerzas del átomo y conseguido el progreso material. Se necesitó que el hombre presenciara todas estas maravillas y así rompiera todos sus tabúes y se hiciera asequible para las nuevas conquistas. El matrimonio fue constituido por Nuestro Señor el Cristo. Á él pertenece la sabiduría del amor y hasta ahora el hombre no lo ha comprendido; apenas sabe gozar de algunas de sus manifestaciones.

La sabiduría del Gran Arcano permaneció oculta por muchos siglos; no se pudo hablar de ella con tanta claridad, pero hoy nosotros la vertimos aún con más claridad para que en el lector no exista duda alguna. En el campo físico, a las distintas combinaciones de la materia se les llama química; en ocultismo o esoterismo, cuando una materia se transforma en otra se le llama transmutación o sea cambio de forma; por ejemplo, el cambio que sufre la hierba o pasto cuando pasa por el estómago de la vaca y sale transformada en leche. Eso es Alquimia.

El hombre actual tiene conocimientos exactos del poder germinativo de la semilla o simiente; públicamente habla de todas las simientes menos de la simiente humana, porque ése es el punto neurálgico del cual no se puede hablar porque libera al hombre de la esclavitud y del esclavo viven todos los amos...

Hay dos clases de doctrinas: la doctrina del ojo y la doctrina del corazón; la doctrina del corazón se nutre del amor y nos enseña la sabiduría de la transmutación o Castidad Científica; esa sabiduría de la castidad se conoce en el cuerpo de la Doctrina Católica Cristiana con el nombre de no FORNICAR y constituye el 6° Mandamiento de la Ley de Dios. La doctrina del ojo se nutre de teorías y enriquece al intelecto; la una nos conduce a la sabiduría humana y la otra a la sabiduría divina; la una nos convierte en buscadores de la sala y la otra en asistentes a la sala de la sabiduría divina. Un cuerpo, de doctrina nos animaliza, el otro nos diviniza. Nosotros hablamos de la fuerza sexual porque realmente es una terrible fuerza; la pérdida de esa fuerza en el ser humano trajo como consecuencia la pérdida de la fuerza moral, y cuando hablamos públicamente de ella se nos vienen, armas en ristre, los pontífices de todas las creencias y los dueños de todos los esclavos del mundo. Pero vamos a hablar claro a las gentes sensatas y claro a los moralistas equivocados que tanto se ruborizan cuando hablamos de la majestad del sexo. Ellos ya no pueden tapar el cielo con las manos porque, cuando una ley cósmica entra en acción, ay de los oponentes porque serán arrasados. La humanidad del futuro deberá conocer la divinidad del sexo; eso ya nadie podrá evitarlo.

Te mostraremos, caro lector, físicamente lo que es esa fuerza sexual para darte aliento en tus propósitos de enmienda.

Entre las aves de corral todos conocemos al gallo y la gallina. También conocemos los gallos de pelea. Son de poco peso y de poco tamaño. El gallo de pelea requiere un adiestramiento especial; los galleros desde pequeño le ponen una cuerda y lo atan a una estaca o palo. El objeto de la amarrada es evitar que el gallo de pelea se una con hembras de su especie. Así crece el pequeño pollo hasta convertirse en gallo. Este pequeño animal  no conoce de transmutación, pero en cambio se opera en él la absorción de su propia simiente y con esa terrible fuerza se hace un coloso lleno de energía y valiente. Cuando por cualquier motivo ese gallo de pelea, que a la fuerza lo han hecho casto, se mete en el gallinero donde hay un gallo fornicario, en minutos le da muerte, aún cuando pese 5 veces más que él. Es que el fornicario siempre será sucio, pestilente y cobarde. Todo animal fornicario es hediondo, aún las aves cuando son fornicarias como en el caso del gallo; para ese coloso los hombres le hacen las galleras o lugares de luchas; allí pagan bien caro los que miran la pelea re esos guerreros hasta la muerte. Los toros de lidia desde poca edad son separados de las hembras; ellos se hacen adultos sin tocar hembra; allí se opera también la absorción de su propio semen, porque esa bestia no conoce de trasmutación que es capacidad del ser humano, de manera que aún siendo un acto enteramente animal, el beneficio que recibe aquel macho no tiene igual; se cría como una bella estampa, lleno de fiereza y agilidad; su pelo brilla y su costo supera al novillo de mercado; los hombres le construyen circos que valen millones y cuando lidian a uno de esos colosos, las gentes pagan lo que les pidan           por verlos morir como valientes.

A los caballos de carrera, se les llama potros y potrancas porque jamás los juntan con yeguas o caballos. Esta bestia tampoco conoce de transmutación y sólo opera en ellos la absorción de su propia simiente, es decir, un acto enteramente animal similar al de la eyaculación, y sin embargo, la bestia se embellece, su pelo brilla, su estampa es colosal. Los grandes criadores saben que el caballo pierde su materia seminal con la erección y entonces le ponen en el glande o cabeza del Pene, un aro de plata que evita que el animal llegue a la erección y por consiguiente, pierda su materia seminal. Esto lo tienen los grandes criadores como un secreto indecible. A estos colosos, que a fuerza les hacen NO perder su simiente, los hombres les construyen costosos hipódromos donde se cobran grandes sumas para poderlos mirar, y millones de hombres en el mundo están pendientes de sus favoritos y hacen apuestas colosales; todo ello es obra de esa terrible fuerza sexual, que nosotros estamos empeñados en que no la pierdan los buenos y mansos que viven botando lágrimas, porque no saben que son dioses en potencia. Si los hombres supieran lo que van a perder cuando van a fornicar, en lugar de ir riendo irían llorando. Así nos ha dicho el Venerable Maestro. Para entender esto veamos lo que le pasa a un animal cualquiera: tomemos al caballo del cual estamos tratando; cuando este animal dura tan solo una noche en connubio con una yegua, al día siguiente no rinde trabajo, se llena de sudor y no puede con un hombre que pesa 8 veces menos que él; El caballo como animal que es, produce fuerza, y si con el solo contacto de una noche pierde su fuerza, ¿qué no acontecerá con el ser humano que queriendo sobrepasar a la bestia se junta todas las noches? El hombre produce fuerza moral, pero esta fuerza también se pierde con la fornicación. He ahí por qué hay tanta irresponsabilidad moral y los señores moralistas fornican en privado y escriben libros y nuevos textos sin saber dónde es que se encuentra el mal.

Si un solo espermatozoide tiene el poder de Crear un cuerpo tan perfecto como es el ser humano, ¿qué no haremos nosotros con los millones que nos reservamos para darnos luz y sabiduría a nosotros mismos?

Hoy millones de hombres están cayendo ciegos al abismo y esos ciegos se guían unos a otros pero siempre en dirección al abismo. Los hombres buenos de todas las creencias sólo son sombras buenas, pero sombras, porque les falta la luz Crística que vive y palpita en el fondo mismo de nuestro propio sistema seminal; esa luz interna nos conducirá algún día hasta el Padre muy amado. El Cristo Nuestro Señor nos dijo: "Yo soy el camino, yo soy la verdad, yo soy la vida". Conoce, caro lector, el esoterismo Crístico; agárrate de esta tabla de salvación y no cambies, como Esaú, los derechos de la progenitura por un plato de lentejas, porque los tiempos del fin han llegado y no hay tiempo que perder: Con Cristo o con Yahvé, con Dios o con el Diablo, con la luz o con las Tinieblas, con el bien o con el mal, con la vida o con la muerte, con las escuelas internas o con las externas. Con Samael Aun Weor o contra él.

¡A la batalla, a la batalla, a la batalla!.

SUMUN SUPREMUN SANTUARIO.
Agosto: 7. 1961

MAESTRO GARGHA KUICHINES
JULIO MEDINA V.

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