Capítulo
VIII
LA ALEGRÍA,
LA MÚSICA, EL BAILE Y EL BESO
En los hogares de los hermanos gnósticos sólo debe reinar el amor y la
sabiduría. Realmente la humanidad confunde el amor con el deseo, y el deseo con
el amor. Sólo las grandes Almas pueden y saben amar. En el Edem los varones de
perfección aman a las mujeres inefables. Para amar hay que ser. Aquellos que
encarnan su Alma, saben amar verdaderamente. El yo no sabe amar. El yo demonio
que hoy jura amor, es desplazado por otro yo demonio que no tiene ganas de
querer. Ya sabemos que el yo es plural. El yo pluralizado, es realmente legión.
Toda esa sucesión del yo vive en batalla. Se dice que tenemos una mente. Los
gnósticos afirmamos que tenemos muchas mentes. Cada fantasma del yo pluralizado
tiene su mente. El yo que besa y adora a la mujer amada es desplazado por otro
yo que la odia. Para amar hay que ser. El hombre todavía no es. Quien no ha
encarnado el Alma no es. El hombre todavía no tiene existencia real. Por la
boca del hombre habla legión de demonios. Demonios que juran amar, demonios que
abandonan a la adorada, demonios que odian, demonios de los celos, de la ira,
del rencor, etc., etc.
Sin embargo, el animal intelectual equivocadamente llamado hombre, a
pesar de todo, tiene encarnada la Esencia, una fracción de su alma humana, el
Budhata. Ella sabe amar. El yo no sabe amar. Debemos perdonar los defectos de
la adorada, porque esos defectos son del yo. El amor no tiene culpa de los
disgustos. El culpable es el yo. El hogar de los Iniciados gnósticos debe tener
un fondo de alegría, música y besos inefables. La danza, el amor y la dicha de
querer, fortifican el Embrión de Alma que los niños llevan dentro. Así es como
los hogares gnósticos son un verdadero paraíso de amor y sabiduría.
Del seno de los hogares gnósticos, debe desterrarse el licor y la
fornicación. Empero no debemos ser fanáticos. Aquel que no es capaz de tomarse
una copa para corresponder a un agasajo es tan débil como aquel que no sabe
controlar el licor, y se emborracha. Fornicar es otra cosa. Eso es
imperdonable. Todo aquel que eyacula el licor seminal es fornicario. Para esos,
para los fornicarios, el abismo y la muerte segunda.
El hombre puede estar en todo, pero no debe ser víctima de nada. Debe
ser el rey y no el esclavo. El que se tomó una copa no cometió delito, pero el
que fue esclavo y víctima de la copa, ese si cometió delito. El verdadero
Maestro es el rey de los cielos, de la tierra y de los infiernos. El débil no
es rey. El débil es esclavo.
El Iniciado sólo se une sexualmente a su esposa para practicar Magia
Sexual. Infeliz aquel que se une a la mujer para derramar el semen. Al Iniciado
no le sobreviene ese sentimiento de muerte que experimentan los fornicarios
cuando se separan de su semen. El hombre es una mitad, la mujer es la otra
mitad. Durante el acto sexual se experimenta la dicha de ser completos.
Aquellos que no derraman el semen conservan esa dicha eternamente. Para crear
un hijo no se necesita derramar el semen. El espermatozoide que se escapa sin
derramar el semen, es un espermatozoo seleccionado, un espermatozoo de tipo
superior, un espermatozoo totalmente maduro. El resultado de semejante clase de
fecundación es realmente una nueva criatura de orden elevadísimo. Así es como
podemos formar una raza de Superhombres.
No se necesita derramar el semen para engendrar un hijo. A los imbéciles
les gusta derramar el semen. El gnóstico no es imbécil. Cuando una pareja se
encuentra unida sexualmente, los clarividentes suelen ver una luz muy brillante
que envuelve a la pareja. Precisamente en ese instante las fuerzas creadoras de
la Naturaleza vienen a servir de medio para la creación de un nuevo ser. Cuando
la pareja se deja llevar de la pasión carnal y luego cometen el crimen de
derramar el semen, esas fuerzas luminosas se retiran y penetran, en su lugar,
fuerzas luciféricas de color rojo sangre que traen al hogar: riñas, celos,
adulterio, llanto y desesperación. Así es como los hogares que pudieran ser el
cielo en la tierra, se convierten en verdaderos infiernos. Quien no derrama su
semen, retiene, acumula para sí, paz, abundancia, sabiduría, felicidad y amor.
Con la clave de la Magia Sexual puede acabarse con las disputas en los hogares;
esa es la clave de la verdadera felicidad.
Durante el acto de Magia Sexual, las parejas se cargan de magnetismo, se
magnetizan mutuamente. La pelvis en la mujer convierte corrientes femeninas,
mientras los pechos las dan masculinas. En el hombre la corriente femenina
radica en la boca, y la masculina en su miembro viril. Todos estos órganos
deben estar bien excitados por medio de la Magia Sexual, para dar y recibir,
transmitir y recoger fuerzas magnéticas vitales, que van aumentando
extraordinariamente en cantidad y calidad.
El baile delicioso, la música feliz y el beso ardiente, donde las
parejas se ponen en tan íntimo contacto sexual, tiene por objeto, en la casa de
los Iniciados gnósticos, lograr una mutua magnetización de hombre y mujer. El
poder magnético es masculino y femenino a la vez; el hombre necesita los
fluidos de su esposa si quiere realmente progresar y ella necesita
inevitablemente de los fluidos de su marido para lograr el desarrollo de sus
poderes.
Cuando las parejas se magnetizan mutuamente, los negocios progresan y la
felicidad hace su nido en el hogar. Cuando un hombre y una mujer se unen, algo
se crea. La castidad científica permite la transmutación de las secreciones
sexuales en luz y fuego. Toda religión que se degenera predica el celibato.
Toda religión en su nacimiento y en su esplendor glorioso predica la Senda del
Matrimonio Perfecto. Budha fue casado y estableció el Matrimonio Perfecto.
Desgraciadamente, a los quinientos años se cumplió con entera exactitud la
profecía hecha por el Señor Budha, de que su Dharma se agotaría y que la Shanga
se dividiría en sectas disidentes. Fue entonces cuando nació el monaquismo
budista y el odio al Matrimonio Perfecto.
Jesús, el Divino Salvador, trajo al mundo el esoterismo Crístico. El
Adorable enseñó a sus discípulos la Senda del Matrimonio Perfecto. Pedro el
primer pontífice de la Iglesia fue un hombre casado. Pedro no fue célibe. Pedro
tuvo mujer. Desgraciadamente, después de seiscientos años el mensaje del
Adorable fue adulterado, y la Iglesia de Roma volvió a las formas muertas del
monaquismo budhista, con sus monjes y monjas enclaustrados que odian a muerte
la Senda del Matrimonio Perfecto. Fue entonces, después de seiscientos años de
cristianismo, cuando se hizo necesario otro mensaje sobre el Matrimonio
Perfecto. Entonces vino Mahoma, el gran predicador del Matrimonio Perfecto.
Naturalmente, como siempre, Mahoma fue rechazado violentamente por los
infrasexuales que odian la mujer. La asqueante cofradía de los enemigos de la
mujer creen que sólo con el celibato forzoso se puede llegar a Dios. Ese es un
crimen.
La abstención que predican los infrasexuales es absolutamente imposible.
La naturaleza se rebela contra semejante clase de abstención. Entonces vienen
las poluciones nocturnas que arruinan el organismo inevitablemente. Todo
individuo abstemio sufre de derrame seminales nocturnos. Vaso que se llena se
derrama inevitablemente. El lujo de la abstención sólo es posible para aquellos
que ya llegaron de hecho al Reino del Superhombre. Esos ya convirtieron su
organismo en una máquina de transmutación sexual eterna. Esos ya educaron sus
glándulas con la Magia Sexual. Esos son Hombres Dioses. Esos son ya el
resultado de muchísimos años de Magia Sexual y de rigurosa educación de la
fisiología sexual.
El Iniciado ama la música de los grandes clásicos, y siente repugnancia
por la música infernal de las gentes vulgares. La música afrocubana despierta
los más bajos fondos animales del hombre. El Iniciado ama la música de los
grandes compositores. Por ejemplo, la Flauta Encantada de Mozart nos recuerda una
iniciación egipcia.
Existe una íntima relación entre el Verbo y las fuerzas sexuales. La
Palabra del gran Maestro Jesús, se había Crístificado bebiendo el vino de luz
del alkimista en el cáliz de la sexualidad.
En el Alma comulga con la música de las esferas, cuando escuchamos las
nueve sinfonías de Beethoven o las composiciones de Chopin, o la divina
polonesa de Liszt. La música es la palabra del Eterno. Nuestras palabras deben
ser música inefable, así sublimamos la energía creadora hasta el corazón. Las
palabras asqueantes, sucias, inmodestas, vulgares, etc., tienen el poder de
adulterar la energía creadora, convirtiéndola en poderes infernales.
En los misterios de Eleusis, las danzas sagradas, el baile al desnudo,
el beso ardiente y la conexión sexual, convertían a los hombres en dioses. A
nadie se le hubiera ocurrido entonces pensar en porquerías, sino en cosa santas
y profundamente religiosas. Las danzas sagradas son tan antiguas como el mundo
y tienen su origen en el amanecer de la vida sobre la tierra. Los bailes Sufis
y los derviches danzantes son tremendamente maravillosos. La música debe
despertar en el organismo humano para parlar el Verbo de Oro.
Los grandes ritmos del Mahavan y del Chotavan, con sus tres compases
eternos sostienen al universo firme en su marcha. Esos son los ritmos del
fuego. Cuando el Alma flota deliciosamente en el espacio sagrado, tiene el
deber de acompañarnos con su canto, porque el universo se sostiene por el
Verbo.
La casa de los Iniciados gnósticos debe estar llena de belleza. Las
flores que embalsaman el aire con su aroma, las bellas esculturas, el orden
perfecto y el aseo hacen de cada hogar un verdadero santuario gnóstico.
Los misterios de Eleusis aún existen todavía secretamente. El gran
Iniciado Báltico, Von Uxkul es uno de los más exaltados Iniciados de esa
escuela. Ese gran Iniciado practica Magia Sexual intensamente. Debemos aclarar
que la Magia Sexual sólo se puede practicar entre esposa y esposo. El hombre
adúltero o la mujer adúltera fracasan inevitablemente. Sólo podéis estar
casados cuando existe amor. Amor es Ley, pero Amor Consciente.
Aquellos que utilizan estos conocimientos de Magia Sexual para seducir
mujeres son Magos Negros que rodarán al abismo donde les aguarda el llanto y la
muerte segunda, que es mil veces peor que la muerte del cuerpo físico.
A las doncellas que andan por el mundo, a las mujeres ingenuas, hacemos
un llamado urgente. Les advertimos que sólo pueden practicar Magia Sexual
cuando tengan su marido. Cuidaos de tanto zorro astuto que anda por ahí
seduciendo ingenuas damiselas con el pretexto de la Magia Sexual. Nosotros
advertimos para que no caigan en tentación.
A las fornicarias irredentas que pueblan el mundo hacemos también un llamado,
advirtiéndoles que ante los ojos del Eterno es inútil tratarse de ocultar. Esas
pobres mujeres que utilizan esos conocimientos como pretexto para satisfacer su
lujuria y acostarse en lechos de placer, caerán al abismo donde sólo les espera
el llanto y el crujir de dientes.
Hablamos claro para que se nos entienda. Atrás los profanos y los
profanadores. La Magia Sexual es una espada de dos filos. A los puros y
virtuosos les transforma en dioses; a los malvados e impuros, los hiere y
destruye.
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