Capítulo XXIX
EL EDDA
Podemos considerar el Edda alemán como la Biblia germánica. En este
arcaico libro se halla contenida la sabiduría oculta de los nórdicos. Los
relatos del Edda sobre el Génesis del mundo son como sigue:
“En el principio existían dos únicas regiones: la del fuego y la luz,
donde reinaba el ser absoluto y eterno, Alffadir, y la otra la región de las
tinieblas y el frío llamada Niffheim, dominada por Surtur, (El Negro). Entre
una y otra región se extendía el caos. Las chispas escapadas de Alffadir
fecundaron los fríos vapores del Nifheim, y nació Imir, padre de la raza de los
gigantes. Para alimentarlo –y de la misma manera– fue creada la vaca Audumbla,
de cuya ubre manaron cuatro ríos de leche. Ahíto, Imir se durmió. Y del sudor
de sus manos nació una pareja, varón y hembra, de gigantes; de uno de sus pies,
un monstruo de seis cabezas”.
En el Génesis de la creación hallamos Alquimia Sexual. El fuego fecunda
a las frías aguas del caos. El principio masculino Alffadir fecunda al
principio femenino Niffheim dominado por Surtur (las Tinieblas), para que brote
la vida. Así nace Imir, el padre de los gigantes, el Dios Interno de todo
hombre, el Maestro. Este se alimenta con la materia prima de la Gran Obra.
Dicha sustancia es la leche de la vaca Audumbla. La blanca vaca sagrada de la
India. En el Génesis de Moisés se mencionan los cuatro ríos del Edem, los
cuatro ríos de leche. Estos cuatro son el fuego que flamea, el agua pura de
vida, el aire impetuoso y la perfumada tierra elemental de los sabios. (Los
cuatro Tatwas). En toda operación de Alkimia entran en actividad los cuatro
elementos. No podían faltar éstos en la Alkimia sexual de la Creación.
Imir se duerme y de su propio sudor nace una pareja de gigantes varón y
varona, el divino hermafrodita primitivo, gigantesco y sublime de la Isla
Sagrada. En el Génesis de Moisés, Adam se duerme y Dios saca a Eva de una
costilla de él. Antes de este instante Eva estaba dentro de Adam y era Adam
mismo. Este era un hermafrodita. De los pies de este gigante hermafrodita (la
Raza Polar), nace el monstruo de las seis cabezas, la Estrella de Salomón. La Alkimia
sexual humana del ser humano, que a través de muchos siglos termina por separar
o dividir a los gigantes convirtiéndolos en seres humanos de sexos separados.
La división en sexos opuestos es el principio de la gran tragedia. Del gigante
hermafrodita nace el monstruo de las seis cabezas.
El ser humano volverá a ser divino hermafrodita. El hombre regresará al
Edem acompañado de su divina Eva. Cuando el hombre y la mujer se unen
sexualmente, son en esos instantes un solo ser hermafrodita. Realmente, en esos
instantes de suprema voluptuosidad sexual, somos dioses. Ese es el momento
supremo que sabe aprovechar el Iniciado para sus fenómenos mágicos.
El nacimiento del ser humano en sexos separados fue un acontecimiento
grandioso de la antropogénesis, que se realizó a través de muchísimos millones
de años. El Edda germánico, después de describir maravillosamente la creación
del mundo, relata la separación en sexos opuestos como sigue:
“Inmediatamente decidieron los Dioses crear la primera pareja humana. De
un fresno formaron al hombre y le llamaron Askur. De un aliso formaron la mujer
y la llamaron Embla. Odín les dio el alma; Villi les dio el entendimiento; Ve
les dio la belleza y los sentidos. Y los Dioses, satisfechos de su obra, se
retiraron a descansar y a gozar a su mansión del Asgar, situada en el centro
del Universo”.
El relato del Edda sobre la destrucción del mundo es el Apocalipsis
germánico. “La misma naturaleza empieza a salir de su orden; las estaciones
cesan de alternar; el terrible invierno, Fimbul, domina y dura tres años porque
el sol ha perdido su fuerza; entre los hombres ya no hay fe; la paz entre
hermanos, parientes e hijos de una misma tribu ya no se observa; el sagrado
deber de los germanos de respetar a los muertos, de cortarles las uñas y de
enterrarlos se descuida; y el buque colosal en que, a la consumación de los
siglos ha de embarcarse Hrimer, el gigante de la escarcha, con sus innumerables
compañeros, para destruir a los Dioses, destrozar su alegre y resplandeciente
morada, el Valhala y el Universo; este terrible buque acusador compuesto, sólo
de las uñas de los muertos no cortadas por ninguna alma piadosa, adelanta y
crece a pesar de la pequeñez del material, hasta que la corrupción llega al
colmo. Entonces, los monstruos, a quienes los Dioses habían logrado encadenar,
rompen las cadenas que les sujetaban; las montañas se hunden; las selvas se
descuajan; los lobos, que desde el principio del mundo aullaban al Sol y a la
Luna para devorar estos dos astros y que a veces ya los tenían medio agarrados,
los alcanzan y los engullen para siempre; el lobo Fernis rompe sus ataduras y
embiste con las fauces abiertas al mundo, tocando con una mandíbula al cielo y
con la otra la tierra; y más las abriría si no le faltase espacio; la serpiente
Midgar inunda toda la tierra (porque el hombre se ha vuelto fornicario); los
gigantes de la escarcha vienen en su buque de uñas desde el Levante; por el
mediodía se acercan las potencias del fuego destructor: Loki, Los Surtur y los
hijos de Muspel, para librar la última batalla decisiva de los Ases; las
divinidades del Valhala se preparan a recibir al enemigo; su vigía Hiendal,
apostado a la entrada del puente que conduce a su morada, toca el clarín, y los
Dioses, en unión con las almas de los héroes muertos en combate, salen a
recibir a los gigantes; la lucha empieza y acaba con la destrucción de ambos
ejércitos; y muertos los Dioses y los gigantes, comunicase la incandescencia de
los del fuego al mundo, que todo se consume en inmenso holocausto purificador”.
Un análisis de fondo sobre el Génesis y el Apocalipsis del Edda, nos
demuestra que el punto clave tanto de uno como de otro, es la cuestión sexual.
Sexualmente es creado el mundo. Sexualmente se divide el hermafrodita
primitivo. Es un Dios cuando no derrama el semen. Se convierte en un demonio
cuando derrama el semen.
Sexualmente es creado el mundo, y es destruido éste, cuando los seres
humanos se vuelven terriblemente fornicarios, cuando la Gran Ramera, ha llegado
al colmo de su corrupción; cuando la serpiente Midgar inunda toda la Tierra.
Realmente, cuando el ser humano se acostumbra a derramar el semen nace
la Gran Ramera, cuyo número es seiscientos sesenta y seis. La fornicación
corrompe al ser humano. Con la fornicación, el ser humano se vuelve
terriblemente perverso, y entonces el mundo es destruido; los monstruos
desconocidos de la Naturaleza, elementos que el hombre no conoce y que los
Dioses tenían encadenados, son desatados con las armas atómicas; las selvas se
descuajan, los lobos del Karma aúllan horriblemente; el lobo Fernis rompe sus
ataduras y embiste con las fauces abiertas al mundo, tocando con sus mandíbulas
al cielo y a la tierra. El Karma es terrible, y habrá una colisión de mundos.
En tiempos arcaicos ya hubo una colisión semejante y la Tierra, que estaba más
cerca al sol, fue arrojada a la distancia que ahora tiene. Ahora, este
cataclismo se repetirá por Ley del Karma. Entonces, como dice el Edda
germánico, todo se consumirá en inmenso holocausto purificador.
No puede existir ningún Génesis sin Alkimia sexual. No puede existir
ningún Apocalipsis sin degeneración sexual. Todo Génesis y todo Apocalipsis,
tiene por base el Phalo y el útero. El fuego crea y el fuego destruye. Las
potencias del fuego destructor ya están realmente en marcha, las guerras
atómicas desatarán definitivamente a estas potencias que consumirán la Tierra.
Esta raza será destruida dentro de poco por el fuego.
Ha llegado la hora de comprender la necesidad de entrar de lleno en la
Senda del Matrimonio Perfecto. Solo aquellos que se resuelvan a hollar esta
Senda, podrían salvarse del abismo y de la muerte segunda.
Dios resplandece sobre la Pareja Perfecta.
LA SALVACIÓN HUMANA
En nombre de la Verdad tenemos que reconocer que el problema de la
salvación humana es un verdadero rompecabezas chino, muy difícil de resolver.
Jesús hace énfasis en la tremenda dificultad de entrar al reino del esoterismo
y lograr la salvación eterna.
Es urgente fabricar Alma si es que realmente queremos salvarnos. Ya
dijimos que el ser humano sólo tiene encarnado un embrión del Alma. También
dijimos que necesitaba fortificar este embrión y luego encarnar el Alma
Cósmica. Ahora es bueno aclarar que esto de encarnar el Alma, significa en el
fondo ser asimilados, devorados por el Tigre de Sabiduría. Necesitamos que el
Tigre de Sabiduría nos devore. Este Tigre es el Intimo, nuestro Real Ser. Los
aztecas dicen que la primera raza que hubo en el mundo fue devorada por los
tigres. En Yucatán existía el templo de los tigres. Quetzalcoatl, con sus
garras de tigre, atrapa al corazón humano. En todos los Templos de Misterios de
América no falta el culto al tigre. La orden de los caballeros tigres fue muy
sagrada en el México azteca.
Resulta interesante recordar que en los sacrificios humanos se les
ofrecía el corazón de las doncellas a los Dioses. Todo esto encierra un sentido
esotérico que los ignorantes ilustrados de este siglo no entienden. Es claro
que no aprobamos los sacrificios humanos. Dichos sacrificios fueron bárbaros;
millones de niños y doncellas sacrificados a los Dioses; cuadros espantosos de
dolor; eso es abominable. Empero únicamente reflexionamos en el hecho de
ofrecer el corazón sangrante a los Dioses. Ese hecho es tremendo. El Intimo
necesita tragarse el corazón del hombre, es decir, asimilarse, absorberse,
devorarse a la humana personalidad que ha fabricado eso que se llama Alma.
Resulta tremendamente cierto que el Intimo es como un árbol de muchas
hojas. Cada hoja es una personalidad humana. El Intimo no tiene una sola
personalidad, como creen los seudo esoteristas. El Intimo tiene varias
personalidades, y lo que es más asombroso es que las puede tener encarnadas en
distintos lugares del mundo.
Cuando una humana persona no fabrica Alma, es lógico que se pierde,
rueda al abismo. Empero esto no tiene importancia para el Intimo. Es esto como
una hoja que se desprende del Árbol de la Vida, una hoja sin importancia
alguna. El Intimo continúa atendiendo sus otras personalidades, luchando porque
éstas fabriquen Alma para devorárselas como Tigre de Sabiduría.
Así, pues, la humana persona, el animal intelectual llamado hombre, vale
menos que la ceniza de un cigarrillo. Empero, los necios se sienten gigantes.
En todas las corrientes seudo esoteristas abundan por desgracia los mitómanos,
individuos que se sienten maestros y que gozan cuando otros los llaman
maestros. Individuos que se creen dioses. Individuos que presumen de santos. El
único que verdaderamente es grande, es el Espíritu, el Intimo. Nosotros, los
animales intelectuales, somos hojas que el viento arrastra. Hojas del Árbol de
la Vida. Eso es todo. “El hombre es una mezcla híbrida de planta y de
fantasma”. “Una pobre sombra que sólo puede alcanzar la inmortalidad si fabrica
eso que se llama Alma”.
La humanidad está fracasada. La gran mayoría de la humanidad, casi en su
totalidad, no tiene todavía Alma. La gran mayoría humana es hojarasca que los
huracanes de la fatalidad arrastran al abismo. Hojas desprendidas del Árbol de
la Vida.
El lobo Fernis rompe sus terribles ataduras, como dice el Edda alemán.
Cae el Karma sobre la totalidad humana. Las divinidades del Valhala combatirán
al enemigo.
La serpiente Midgar inunda toda la Tierra y el mundo está fracasado.
La mitología germánica es nórdica. La sabiduría viene del norte. La
primera raza fue devorada por los Tigres de la Sabiduría.
Era una raza inmortal. La segunda raza fue arrasada por fuertes
huracanes. La tercera raza se convirtió en pájaros. La cuarta en hombres-peces.
La quinta en chivos.
La cuna de la humanidad está en el Norte. El Edda germánico es sabiduría
nórdica. Los antepasados de los aztecas viven en la Isla Sagrada del Norte.
La sabiduría oculta vino del Norte a la Lemuria, y de la Lemuria pasó a
la Atlántida. Después de la sumersión atlante, la sabiduría quedó en aquellas
tierras que formaron parte del continente atlante. La India nunca formó parte
del continente atlante. Resulta absurdo pensar que toda la sabiduría antigua
esté en la India. Si queremos buscar la sabiduría de la Serpiente, la encontraremos
en México, Egipto, Yucatán, etc. Estos países sí formaron parte de la
Atlántida.
Es urgente estudiar el Edda germánico, saberlo leer entre líneas, y
luego investigar en la Isla de Pascua, México, Yucatán, etc.
El Edda germánico con su Génesis y Apocalipsis es pura Magia Sexual. En
el Sexo se halla la raíz de nuestro Ser.
Necesitamos que la Serpiente nos devore. Necesitamos ser devorados por
el Tigre. Primero nos devora la Serpiente, y después el Tigre.
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