martes, 26 de febrero de 2013

CAPITULO 17: SUEÑOS Y VISIONES


Capítulo XVII
SUEÑOS Y VISIONES

Los estudiantes gnósticos deben aprender a diferenciar entre lo que son los sueños y lo que son visiones. Soñar es una cosa y tener visiones es otra. Ningún gnóstico verdaderamente “despierto” puede soñar. Sólo aquellos que tienen la Conciencia dormida viven soñando. El peor tipo de soñador es el soñador sexual. Aquellos que viven soñando en pasiones carnales gastan torpemente la energía creadora en la satisfacción de sus fantásticos placeres. Por lo común, esas gentes no progresan en sus negocios. Fracasan en todo sentido. Caen en la miseria.

Cuando contemplamos una imagen pornográfica, esta hiere los sentidos y pasa luego a la mente. El yo psicológico interviene en estas cosas robándose la imagen erótica para reproducirla en el plano mental. En el mundo de la mente esa imagen se transforma en una efigie viviente. Durante el sueño fornica el soñador con esa viviente efigie que como demonio erótico lo tienta para la satisfacción de la lujuria. El resultado son las poluciones nocturnas con todas sus horribles consecuencias. Ningún verdadero devoto de la senda debe visitar salones de cine porque esos son antros de Magia Negra. Las eróticas figuras de la pantalla originan efigies mentales y sueños eróticos. Además los salones de cine están llenos de diabólicos elementales creados por la mente humana. Esos elementales malignos dañan la mente de los espectadores.

La mente subconsciente crea sueños fantásticos en el país de los sueños. La calidad de los sueños depende de las creencias del soñador. Cuando alguien cree que nosotros somos buenos, sueña con nosotros viéndonos como ángeles. Cuando  alguien cree que somos malos, sueña con nosotros viéndonos con figura de diablos.

Nos vienen a la memoria muchas cosas en instantes de escribir estas líneas. En el pasado cuando nosotros, los hermanos, trabajamos en algunos países, pudimos observar que mientras nuestros discípulos gnósticos creían en nosotros, nos soñaban viéndonos como ángeles. Bastaba que dejaran de creer en nosotros para soñarnos luego como demonios. Aquellos que hoy juraban ante el ara, seguirnos y obedecernos, nos admiraban con gran entusiasmo y nos soñaban viéndonos como ángeles. Muchas veces fue suficiente que estos estudiantes leyeran cualquier libro, o escucharan cualquier conferencista para afiliarse a una nueva escuela. Entonces al dejar de creer en nosotros, al variar su concepto y sus opiniones, soñaron con nosotros viéndonos convertidos en diablos. ¿Cuál era la clarividencia de estas gentes? ¿En qué quedaron sus sueños clarividentes? ¿Qué tipo de clarividente es este que hoy nos ve como dioses y mañana asegura que somos diablos? ¿Dónde está la clarividencia de estas gentes soñadoras? ¿Por qué se contradicen esas gentes? ¿Por qué hoy juraban que somos dioses y mañana juraban que somos diablos? ¿Qué es esto?

El subconsciente es una pantalla sobre la cual muchas películas internas son proyectadas.

El subconsciente actual actúa algunas veces como camarógrafo, otras como director, y también como operador que proyecta imágenes en el fondo mental.

Es ostensible que el subconsciente proyectista suele cometer muchos errores. Nadie ignora que en la pantalla de la mente surgen pensamientos erróneos, recelos sin fundamento y también sueños falsos.

Necesitamos transformar el subconsciente en consciente, dejar de soñar, despertar Conciencia.

Aquel que ha despertado se incapacita para soñar, vive en los mundos internos dentro de una intensificada vigilia, mientras su cuerpo físico duerme en el lecho. Esos son los auténticos videntes iluminados.

Nosotros francamente no podemos aceptar clarividentes que no hayan despertado la Conciencia. Nosotros no podemos aceptar clarividentes que no hayan engendrado el Astral Cristo, la Mente de Cristo, y la Voluntad Cristo. Los clarividentes que no han despertado Conciencia ni poseen sus vehículos Crísticos, sólo ven en los mundos internos sus propias creencias y conceptos, total, no sirven.

Sólo aquellos clarividentes despiertos, sólo aquellos clarividentes que ya poseen sus vehículos Crísticos, son dignos que verdadero crédito. Esos no son soñadores. Esos no se equivocan. Esos son verdaderos iluminados. Semejante clase de hombres son de hecho verdaderos Maestros de la Logia Blanca. Las visiones de esta clase de hombres sublimes no son simples sueños. Estos son Maestros de perfección. Esta clase de Maestros ya no pueden soñar. Esta clase de Maestros pueden investigar en las memorias de la Naturaleza y leer en los archivos sellados de la creación, toda la historia de la Tierra y de sus razas.

Todo aquel que sigue la Senda del Matrimonio Perfecto, debe vivir alerta y vigilante como el vigía en épocas de guerra. Durante las horas de sueño, los Maestros prueban a sus discípulos. Los tenebrosos nos atacan durante el sueño cuando estamos trabajando en la Gran Obra. Durante el sueño, en los mundos internos, tenemos que pasar por muchas pruebas. Los Maestros despiertan la Conciencia del discípulo cuando lo van a probar en algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario