martes, 26 de febrero de 2013

CAPITULO 18: CONCIENCIA, SUBCONCIENCIA, SUPRACONCIENCIA, CLARIVIDENCIA.


Capítulo XVIII
CONCIENCIA, SUBCONCIENCIA, SUPRACONCIENCIA, CLARIVIDENCIA.

CONCIENCIA

Aquello que llamamos Conciencia ordinaria de vigilia, duerme profundamente. La Conciencia ordinaria de vigilia se relaciona con los cinco sentidos y el cerebro. La gente cree que tiene la Conciencia despierta y eso es absolutamente falso. La gente vive diariamente en el sueño más profundo.

SUPRACONCIENCIA

La Supraconciencia es atributo del Intimo (el Espíritu). La facultad de la Supraconciencia es la intuición.

Se hace necesario obligar a la Supraconciencia a trabajar para que la intuición se haga poderosa. Recordemos que órgano que no se usa se atrofia. Las personas que no trabajan con la Supraconciencia tienen la intuición atrofiada. La Polividencia es clarividencia intuitiva. Es Omnisciencia divina. Este Ojo se haya en la glándula Pineal. Allí reside el loto de los mil pétalos. Allí reside la Supraconciencia. La glándula Pineal se halla situada en la parte superior del cerebro. Quien quiera desarrollar la Supraconciencia debe practicar la meditación interna. Concentraos en la Madre Divina que reside en las profundidades de vuestro Ser. Meditad en ella. Adormeceos rogándole que ponga en actividad vuestra Supraconciencia. Meditad diariamente. La meditación es el pan diario del sabio. Con la meditación desarrollaréis la Supraconciencia.
MEMORIA

Necesitáis memoria para recordar las experiencias internas. No derraméis el semen. Sabed que en el semen existen millones de células microscópicas del cerebro. Tú no debes perder esas células.

ALIMENTO ESPECIAL PARA DESARROLLAR EL PODER DE LA MEMORIA

Arreglad vuestro desayuno con frutas ácidas y almendras molidas con miel de abejas. Así proveeréis al cerebro de átomos necesarios para la memoria.

EXPERIENCIAS INTERNAS

Mientras el cuerpo duerme, el Ego vive en los mundos internos y se transporta a distintos lugares. En los mundos internos somos probados muchas veces. En los templos internos recibimos la Iniciación. Se hace necesario recordar lo que hacemos fuera del cuerpo. Con las instrucciones dadas en este libro, todo ser humano podrá despertar la Conciencia y recordar sus experiencias internas. Es doloroso saber que existen muchos Iniciados que trabajan en los grandes templos de la Logia Blanca mientras su cuerpo físico duerme, y que sin embargo ellos no recuerdan nada porque su memoria se haya atrofiada.

Aquí tenéis los ejercicios para el desarrollo de la memoria. Practicad intensamente. Obligad al subconsciente a trabajar. Despertar la Conciencia, poner en actividad la Supraconciencia.

CLARIVIDENCIA Y SEUDO-CLARIVIDENCIA

Existe la clarividencia y la seudo-clarividencia. El estudiante gnóstico debe hacer una clara diferencia de estas dos formas de percepción ultrasensible.

La clarividencia se fundamenta en la objetividad. La seudo-clarividencia se fundamenta en la subjetividad. Entiéndase por objetividad la realidad espiritual, el Mundo Espiritual. Entiéndase por subjetividad el mundo físico, el mundo de la ilusión, aquello que no tiene realidad. Existe también la región intermedia, el Mundo Astral, el cual parece ser objetivo o subjetivo según el grado de desarrollo espiritual de cada cual.

Llamase seudo-clarividencia la percepción imaginaria, la fantasía, las alucinaciones evocadas artificialmente, los sueños absurdos, las visiones astrales que no coinciden con los hechos concretos, la lectura de pensamientos propios proyectados inconscientemente en la Luz Astral, la creación inconsciente de visiones astrales interpretadas luego como auténticas realidades, etc., etc.

Entra también en el terreno de la seudo-clarividencia, el misticismo subjetivo, el falso misticismo, los estados seudo-místicos que no tienen ninguna relación con el sentimiento intenso y claro, sino que se acercan a la historia y a la seudo-magia, en otras palabras, falsas proyecciones religiosas proyectadas inconscientemente en la Luz Astral y en general todo aquello que en la literatura ortodoxa recibe el nombre de “belleza” (seducción).

CLARIVIDENCIA OBJETIVA

Cuatro son los estados mentales que conducen al neófito hasta las cimas inefables de la clarividencia objetiva: Primero: dormir profundo. Segundo: dormir con sueños. Tercero: estado de vigilia. Cuarto: Turiya o estado de perfecta iluminación.

Realmente sólo el Turiya es el auténtico clarividente. Es imposible llegar a estas alturas sin haber nacido en el Mundo Causal. Quien desee alcanzar el estado de Turiya debe estudiar a fondo los procesos psíquicos semi-inconscientes que se constituyen de hecho en el origen de muchas formas de auto-engaño, auto-sugestión e hipnosis.

El gnóstico debe alcanzar primero la habilidad de detener el curso de sus pensamientos, la capacidad de no pensar. Sólo quien logre esa capacidad podrá realmente escuchar la Voz del Silencio. Cuando el discípulo gnóstico alcanza la capacidad de no pensar, entonces debe aprender a concentrar el pensamiento en una sola cosa. El tercer paso es la correcta meditación. Esta trae a la mente los primeros relámpagos de la nueva Conciencia. El cuarto paso es la contemplación, éxtasis o Shamadi. Este es el estado de Turiya (perfecta clarividencia).

ACLARACIÓN

En el Movimiento Gnóstico sólo existen algunos pocos Turiyas. Hacemos esta aclaración. Es necesario saber que con alguna excepción muy rara, sólo existen seudo-clarividentes y místicos subjetivos.

Realmente todas las escuelas místicas y todos los movimientos espiritualistas están llenos de seudo-clarividentes ilusos que causan más daños que beneficios. Esos son los que se auto-titulan maestros. Entre ellos abundan las reencarnaciones famosas. Los Juanes Bautistas de los cuales conocemos más de una docena, las Marías Magdalenas, etc., etc. Esta clase de gentes creen que la Iniciación es como soplar y hacer botellas, y basados en su supuesta maestría y en sus absurdas visiones creadas por su mentalidad morbosa, profetizan y excomulgan a los demás a su antojo, como quieren, calumniando a las personas y calificando a otros de Magos Negros, o asegurando que ciertas personas están caídas, etc., etc.

El Movimiento Gnóstico debe depurarse de esa plaga mala y dañosa y por ello empezamos con la expulsión de la señora X, X.

No estamos dispuestos a seguir tolerando más el morbo malsano de todos esos seudo-clarividentes ilusos y de todos esos místicos subjetivos. Nosotros propagamos la cultura espiritual intelectual, la decencia, la caballerosidad, el análisis lógico, el sintetismo conceptual, la cultura académica, las altas matemáticas, la filosofía, la ciencia, el arte, la religión, etc., etc. De ninguna manera estamos dispuestos a seguir aceptando la chismografía de los alucinados, ni las locuras de los soñadores. Realmente el clarividente subjetivo transfiere su Conciencia de sueños al estado de vigilia para ver en los demás sus sueños proyectados. Estos últimos cambian según el estado de ánimo del soñador. En el pasado pudimos comprobar que cuando algún seudo-clarividente estaba de acuerdo con todas nuestras ideas y conceptos, nos veía como ángeles o dioses, y entonces nos alababan y hasta adoraban. Empero cuando cambiaba el concepto, cuando el seudo-clarividente se entusiasmaba por alguna nueva escuela, cuando leía algún libro que le parecía maravilloso, cuando escuchaba algún conferencista que llegaba a la ciudad, cuando resolvía cambiar de organización, de escuela, entonces nos acusaba de Magos Negros, nos veía como demonios, etc. Con esto queda demostrado que estos seudo-clarividentes son únicamente soñadores que ven sus propios sueños proyectados en la Luz Astral.

Aquellos que realmente quieren alcanzar las cimas inefables de la verdadera y legítima clarividencia, deben cuidarse muchísimo del peligro de los auto-engañados y someterse a la auténtica disciplina esotérica.

LA REALIDAD

El verdadero y legítimo clarividente, el que ha alcanzado la Supraconciencia, jamás presume de clarividente, nunca lo anda diciendo. Cuando aconseja, lo hace sin dar a entender a otros que se basa en su clarividencia.

Todos los santuarios gnósticos deben cuidarse de aquellas personas que se alaban a sí mismos y que se auto-titulan clarividentes.

Todos los santuarios gnósticos deben desarrollar el máximum de vigilancia para protegerse de los espectaculares seudo-clarividentes que, de cuando en cuando, aparecen en el escenario para calumniar y desacreditar a otros, asegurando que fulano es hechicero, que zutano es Mago Negro, que mengano se cayó, etc. Es urgente comprender que ningún auténtico Turiya tiene orgullo. Realmente todos aquellos que dicen: “yo soy la reencarnación de María Magdalena, Juan Bautista, Napoleón, etc.” Son orgullosos tontos, seudo-clarividentes ilusos, necios estúpidos.

Nosotros no somos sino miserables partículas de polvo, horribles gusanos de lodo, ante la terrible y gloriosa majestad del Padre. Esto que estoy diciendo no es cuestión alegórica, ni simbólica, estoy hablando literalmente, crudamente, una terrible realidad.

Realmente es el yo quien dice: “yo soy el maestro tal, la reencarnación del profeta tal, etc., etc.”

Ciertamente el yo animal es Satán. Es el yo, el Ego diablo, quien se siente maestro, mahatma, hierofante, profeta, etc., etc.

CONCIENCIA, SUBCONCIENCIA Y SUPRACONCIENCIA

Conciencia, subconciencia y Supraconciencia se resumen en una sola cosa: Conciencia humana. Es necesario despertar la Conciencia. Quien despierta la Conciencia se hace un Supra-consciente alcanza las alturas de la Supraconciencia, se convierte en un verdadero clarividente iluminado, en un Turiya. Es urgente convertir el subconsciente en consciente y despertar totalmente la Conciencia.

Es necesario que la totalidad de la Conciencia se despierte absolutamente. Sólo quien tiene la totalidad de su Conciencia despierta es un clarividente verdadero, un iluminado, un Turiya.

Las llamadas infraconciencia, inconciencia, subconciencia, etcétera, son únicamente distintas formas o zonas de la Conciencia dormida. Urge despertar la Conciencia para ser un iluminado, un clarividente un Supra-consciente.

LAS SEIS DIMENSIONES FUNDAMENTALES

Más allá de las tres dimensiones conocidas, como largo, ancho y alto, existe la cuarta dimensión: esta es el Tiempo, y más allá del Tiempo tenemos la quinta dimensión: esta es la Eternidad. Empero aseguramos que más allá de la Eternidad existe una sexta dimensión que está más allá de la Eternidad y del Tiempo. En esta sexta dimensión fundamental comienza la liberación total. Sólo quien despierta en todas las seis dimensiones fundamentales del espacio es un verdadero clarividente, un Turiya, un iluminado legítimo.


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