Capítulo
XVIII
CONCIENCIA,
SUBCONCIENCIA, SUPRACONCIENCIA, CLARIVIDENCIA.
CONCIENCIA
Aquello que llamamos Conciencia ordinaria de vigilia, duerme
profundamente. La Conciencia ordinaria de vigilia se relaciona con los cinco
sentidos y el cerebro. La gente cree que tiene la Conciencia despierta y eso es
absolutamente falso. La gente vive diariamente en el sueño más profundo.
SUPRACONCIENCIA
La Supraconciencia es atributo del Intimo (el Espíritu). La facultad de
la Supraconciencia es la intuición.
Se hace necesario obligar a la Supraconciencia a trabajar para que la
intuición se haga poderosa. Recordemos que órgano que no se usa se atrofia. Las
personas que no trabajan con la Supraconciencia tienen la intuición atrofiada.
La Polividencia es clarividencia intuitiva. Es Omnisciencia divina. Este Ojo se
haya en la glándula Pineal. Allí reside el loto de los mil pétalos. Allí reside
la Supraconciencia. La glándula Pineal se halla situada en la parte superior
del cerebro. Quien quiera desarrollar la Supraconciencia debe practicar la
meditación interna. Concentraos en la Madre Divina que reside en las
profundidades de vuestro Ser. Meditad en ella. Adormeceos rogándole que ponga
en actividad vuestra Supraconciencia. Meditad diariamente. La meditación es el
pan diario del sabio. Con la meditación desarrollaréis la Supraconciencia.
MEMORIA
Necesitáis memoria para recordar las experiencias internas. No derraméis
el semen. Sabed que en el semen existen millones de células microscópicas del
cerebro. Tú no debes perder esas células.
ALIMENTO ESPECIAL PARA DESARROLLAR EL PODER DE LA MEMORIA
Arreglad vuestro desayuno con frutas ácidas y almendras molidas con miel
de abejas. Así proveeréis al cerebro de átomos necesarios para la memoria.
EXPERIENCIAS INTERNAS
Mientras el cuerpo duerme, el Ego vive en los mundos internos y se
transporta a distintos lugares. En los mundos internos somos probados muchas
veces. En los templos internos recibimos la Iniciación. Se hace necesario
recordar lo que hacemos fuera del cuerpo. Con las instrucciones dadas en este
libro, todo ser humano podrá despertar la Conciencia y recordar sus
experiencias internas. Es doloroso saber que existen muchos Iniciados que
trabajan en los grandes templos de la Logia Blanca mientras su cuerpo físico
duerme, y que sin embargo ellos no recuerdan nada porque su memoria se haya
atrofiada.
Aquí tenéis los ejercicios para el desarrollo de la memoria. Practicad
intensamente. Obligad al subconsciente a trabajar. Despertar la Conciencia,
poner en actividad la Supraconciencia.
CLARIVIDENCIA Y SEUDO-CLARIVIDENCIA
Existe la clarividencia y la seudo-clarividencia. El estudiante gnóstico
debe hacer una clara diferencia de estas dos formas de percepción
ultrasensible.
La clarividencia se fundamenta en la objetividad. La seudo-clarividencia
se fundamenta en la subjetividad. Entiéndase por objetividad la realidad
espiritual, el Mundo Espiritual. Entiéndase por subjetividad el mundo físico,
el mundo de la ilusión, aquello que no tiene realidad. Existe también la región
intermedia, el Mundo Astral, el cual parece ser objetivo o subjetivo según el
grado de desarrollo espiritual de cada cual.
Llamase seudo-clarividencia la percepción imaginaria, la fantasía, las
alucinaciones evocadas artificialmente, los sueños absurdos, las visiones
astrales que no coinciden con los hechos concretos, la lectura de pensamientos
propios proyectados inconscientemente en la Luz Astral, la creación
inconsciente de visiones astrales interpretadas luego como auténticas
realidades, etc., etc.
Entra también en el terreno de la seudo-clarividencia, el misticismo
subjetivo, el falso misticismo, los estados seudo-místicos que no tienen
ninguna relación con el sentimiento intenso y claro, sino que se acercan a la
historia y a la seudo-magia, en otras palabras, falsas proyecciones religiosas
proyectadas inconscientemente en la Luz Astral y en general todo aquello que en
la literatura ortodoxa recibe el nombre de “belleza” (seducción).
CLARIVIDENCIA OBJETIVA
Cuatro son los estados mentales que conducen al neófito hasta las cimas
inefables de la clarividencia objetiva: Primero: dormir profundo. Segundo:
dormir con sueños. Tercero: estado de vigilia. Cuarto: Turiya o estado de
perfecta iluminación.
Realmente sólo el Turiya es el auténtico clarividente. Es imposible
llegar a estas alturas sin haber nacido en el Mundo Causal. Quien desee
alcanzar el estado de Turiya debe estudiar a fondo los procesos psíquicos
semi-inconscientes que se constituyen de hecho en el origen de muchas formas de
auto-engaño, auto-sugestión e hipnosis.
El gnóstico debe alcanzar primero la habilidad de detener el curso de
sus pensamientos, la capacidad de no pensar. Sólo quien logre esa capacidad
podrá realmente escuchar la Voz del Silencio. Cuando el discípulo gnóstico
alcanza la capacidad de no pensar, entonces debe aprender a concentrar el pensamiento
en una sola cosa. El tercer paso es la correcta meditación. Esta trae a la
mente los primeros relámpagos de la nueva Conciencia. El cuarto paso es la
contemplación, éxtasis o Shamadi. Este es el estado de Turiya (perfecta
clarividencia).
ACLARACIÓN
En el Movimiento Gnóstico sólo existen algunos pocos Turiyas. Hacemos
esta aclaración. Es necesario saber que con alguna excepción muy rara, sólo
existen seudo-clarividentes y místicos subjetivos.
Realmente todas las escuelas místicas y todos los movimientos
espiritualistas están llenos de seudo-clarividentes ilusos que causan más daños
que beneficios. Esos son los que se auto-titulan maestros. Entre ellos abundan
las reencarnaciones famosas. Los Juanes Bautistas de los cuales conocemos más
de una docena, las Marías Magdalenas, etc., etc. Esta clase de gentes creen que
la Iniciación es como soplar y hacer botellas, y basados en su supuesta
maestría y en sus absurdas visiones creadas por su mentalidad morbosa,
profetizan y excomulgan a los demás a su antojo, como quieren, calumniando a
las personas y calificando a otros de Magos Negros, o asegurando que ciertas
personas están caídas, etc., etc.
El Movimiento Gnóstico debe depurarse de esa plaga mala y dañosa y por
ello empezamos con la expulsión de la señora X, X.
No estamos dispuestos a seguir tolerando más el morbo malsano de todos
esos seudo-clarividentes ilusos y de todos esos místicos subjetivos. Nosotros
propagamos la cultura espiritual intelectual, la decencia, la caballerosidad,
el análisis lógico, el sintetismo conceptual, la cultura académica, las altas
matemáticas, la filosofía, la ciencia, el arte, la religión, etc., etc. De
ninguna manera estamos dispuestos a seguir aceptando la chismografía de los
alucinados, ni las locuras de los soñadores. Realmente el clarividente
subjetivo transfiere su Conciencia de sueños al estado de vigilia para ver en
los demás sus sueños proyectados. Estos últimos cambian según el estado de
ánimo del soñador. En el pasado pudimos comprobar que cuando algún seudo-clarividente
estaba de acuerdo con todas nuestras ideas y conceptos, nos veía como ángeles o
dioses, y entonces nos alababan y hasta adoraban. Empero cuando cambiaba el
concepto, cuando el seudo-clarividente se entusiasmaba por alguna nueva
escuela, cuando leía algún libro que le parecía maravilloso, cuando escuchaba
algún conferencista que llegaba a la ciudad, cuando resolvía cambiar de
organización, de escuela, entonces nos acusaba de Magos Negros, nos veía como
demonios, etc. Con esto queda demostrado que estos seudo-clarividentes son
únicamente soñadores que ven sus propios sueños proyectados en la Luz Astral.
Aquellos que realmente quieren alcanzar las cimas inefables de la
verdadera y legítima clarividencia, deben cuidarse muchísimo del peligro de los
auto-engañados y someterse a la auténtica disciplina esotérica.
LA REALIDAD
El verdadero y legítimo clarividente, el que ha alcanzado la
Supraconciencia, jamás presume de clarividente, nunca lo anda diciendo. Cuando
aconseja, lo hace sin dar a entender a otros que se basa en su clarividencia.
Todos los santuarios gnósticos deben cuidarse de aquellas personas que
se alaban a sí mismos y que se auto-titulan clarividentes.
Todos los santuarios gnósticos deben desarrollar el máximum de
vigilancia para protegerse de los espectaculares seudo-clarividentes que, de
cuando en cuando, aparecen en el escenario para calumniar y desacreditar a
otros, asegurando que fulano es hechicero, que zutano es Mago Negro, que
mengano se cayó, etc. Es urgente comprender que ningún auténtico Turiya tiene
orgullo. Realmente todos aquellos que dicen: “yo soy la reencarnación de María
Magdalena, Juan Bautista, Napoleón, etc.” Son orgullosos tontos,
seudo-clarividentes ilusos, necios estúpidos.
Nosotros no somos sino miserables partículas de polvo, horribles gusanos
de lodo, ante la terrible y gloriosa majestad del Padre. Esto que estoy
diciendo no es cuestión alegórica, ni simbólica, estoy hablando literalmente,
crudamente, una terrible realidad.
Realmente es el yo quien dice: “yo soy el maestro tal, la reencarnación
del profeta tal, etc., etc.”
Ciertamente el yo animal es Satán. Es el yo, el Ego diablo, quien se
siente maestro, mahatma, hierofante, profeta, etc., etc.
CONCIENCIA, SUBCONCIENCIA Y SUPRACONCIENCIA
Conciencia, subconciencia y Supraconciencia se resumen en una sola cosa:
Conciencia humana. Es necesario despertar la Conciencia. Quien despierta la
Conciencia se hace un Supra-consciente alcanza las alturas de la
Supraconciencia, se convierte en un verdadero clarividente iluminado, en un
Turiya. Es urgente convertir el subconsciente en consciente y despertar
totalmente la Conciencia.
Es necesario que la totalidad de la Conciencia se despierte
absolutamente. Sólo quien tiene la totalidad de su Conciencia despierta es un
clarividente verdadero, un iluminado, un Turiya.
Las llamadas infraconciencia, inconciencia, subconciencia, etcétera, son
únicamente distintas formas o zonas de la Conciencia dormida. Urge despertar la
Conciencia para ser un iluminado, un clarividente un Supra-consciente.
LAS SEIS DIMENSIONES FUNDAMENTALES
Más allá de las tres dimensiones conocidas, como largo, ancho y alto,
existe la cuarta dimensión: esta es el Tiempo, y más allá del Tiempo tenemos la
quinta dimensión: esta es la Eternidad. Empero aseguramos que más allá de la
Eternidad existe una sexta dimensión que está más allá de la Eternidad y del
Tiempo. En esta sexta dimensión fundamental comienza la liberación total. Sólo
quien despierta en todas las seis dimensiones fundamentales del espacio es un
verdadero clarividente, un Turiya, un iluminado legítimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario