Capítulo
XXVI
EL TOTEMISMO
Los cerdos ignorantes del materialismo dialéctico critican el Totemismo,
y se ríen de él sin comprenderlo. Nosotros los gnósticos, comprendemos la
grandeza del Totemismo, y sabemos que descansa su doctrina sobre los principios
básicos del ocultismo.
Los Totemistas conocen a fondo la Ley de Reencarnación, así como las
leyes que rigen la evolución de todas las especies vivientes. Ellos saben que
el Karma es la Ley de Causa y Efecto. Ellos comprenden que todo lo que vive
está sometido al Karma.
Los grandes Iniciados Totemistas, con sus poderes clarividentes, han
investigado la vida íntima de todo lo creado, y sobre esas investigaciones
científicas sentaron sus principios doctrinarios, que los cerdos ignorantes del
materialismo desconocen totalmente.
Los Totemistas saben científicamente que todo átomo mineral es el cuerpo
físico de un Elemental inteligente. Los Totemistas saben que este Elemental
mineral evoluciona hasta convertirse luego en el ánima de una planta. Las
ánimas de los vegetales son los elementales vegetales que Paracelso sabe
manipular para sus curaciones. Con los vegetales se puede provocar tempestades
y terremotos; con los vegetales podemos sanar los enfermos a distancia. Los
Elementales vegetales, como quiera que tienen desarrollado el Kundalini porque
jamás fornican, son omnipotentes.
Los Totemistas saben que los Elementales vegetales evolucionando se
convierten más tarde en Elementales animales. Los grandes Magos conocen la
Magia Elemental animal y con los Elementales animales suelen hacer
maravillas.
Los Totemistas saben que los Elementales animales, cuando ya se
encuentran muy evolucionados, se convierten entonces en seres humanos. Todo
Elemental animal bien avanzado se reencarna en cuerpo humano.
Los sacerdotes Totemistas dicen con sabiduría que si el ser humano obra
mal, puede involucionar, regresa hasta convertirse en animal nuevamente. Esto
es verdadero. Todo ser humano perverso retrocede hasta el estado animal. Muchas
veces puede reencarnarse en animal; pero entonces se convierte, se transforma
en un animal dentro del Plano Astral. Así, pues, esta afirmación del Totemismo
es verdadera. También es muy cierto que los perversos se pueden realmente
reencarnar en cuerpos de animales feroces.
Existen otros casos en que el alma purísima de un santo se reencarne en
alguna especie de animal para ayudarla y elevarla a un nivel superior de
Conciencia. Así, pues, los principios del Totemismo son exactos.
Los Totemistas conocen a fondo la Ley del Karma y saben que el destino
de todo ser humano es el resultado del Karma de sus vidas pasadas.
En las tribus donde impera el Totemismo, se venera por tradición a
determinado Elemental vegetal o mineral, al cual conocen por experiencia
directa. Por lo común, dicho Elemental ha prestado muchos servicios a la tribu.
Cuando el Tótem es un árbol, graban en el tronco de esa especie, figuras
humanas. Ahora tenemos una explicación de todos esos mitos y fábulas extrañas
donde se habla de seres extraños mitad hombre, mitad animal, tales como centauros,
minotauros, esfinges etc. Esas imágenes extrañas del Totemismo son verdaderos
estuches donde se encierran joyas de sabiduría que desconocen totalmente los
cerdos del materialismo. Esos cerdos del materialismo sólo saben reír. Víctor
Hugo dijo: “El que ríe de lo que desconoce está en el camino de ser idiota”.
En el Totemismo se prohíbe la muerte del animal considerado tótem. Éste
ha sido ungido entre los de su especie por haber reunido determinadas
características secretas que sólo los clarividentes pueden reconocer. Los
sabios sacerdotes Totemistas veneran al Elemental animal o vegetal que sirve de
vehículo a la Divinidad. Se cuida muchísimo de esta criatura, y su muerte sólo
es posible con una Liturgia muy sagrada y un duelo general de varios días. Esto
no lo entienden los civilizados ignorantes porque se han divorciado de la Gran
Naturaleza. Empero los Sacerdotes del Tótem sí lo entienden.
En todos los cultos religiosos encontramos las huellas del Totemismo:
los hindúes veneran la vaca blanca; los caldeos, la oveja humilde; los
egipcios, el buey; los árabes, el camello; los incas, la llama; los mexicanos,
el perro y el colibrí; el cristianismo gnóstico primitivo reverenció al
cordero, al pez y a la blanca paloma como símbolo del Espíritu Santo.
Siempre se ha reverenciado a determinados Elementales vegetales o
animales. Tenemos que reconocer que estas criaturas elementales son
omnipotentes, porque no se han salido del Edem.
Los grandes Elementales vegetales son verdaderos ángeles que trabajan en
el plano etérico, o región de los campos magnéticos, por toda la humanidad.
Los Elementales vegetales se reproducen por el sistema de la Magia
Sexual. Entre los Elementales vegetales existe la cópula sagrada, y la semilla
pasa a la matriz sin necesidad de eyacular el semen. Cada animal es el cuerpo
de un Elemental. Cada vegetal es el cuerpo físico de un Elemental. Estos
Elementales son sagrados, y realizan maravillas en el Edem. Los más poderosos
son venerados por el tótem.
Cuando el ser humano aprende a reproducirse sin derramar el semen,
penetra en el Edem. Allí conoce entonces a las criaturas elementales del tótem.
Esas criaturas son inocentes.
Los Elementales animales son en sí inocentes. Algunos gastan torpemente
el semen, pero como la chispa divina es todavía inocente, no puede ser culpada.
Esa chispa todavía no se ha reencarnado; es una criatura que todavía no tiene
autoconciencia propia, no ha tomado posesión de sus vehículos, retiene sus
fuegos; sólo su sombra, su Ego en estado potencial, toma cuerpos.
Más puro, más bello es el Elemental vegetal. Éste se reproduce como los
dioses. Entre ellos existe el Matrimonio Perfecto.
También hallamos el Matrimonio Perfecto entre los Elementales minerales.
Ellos se aman y se reproducen; ellos tienen sus hijos; ellos tienen su idioma y
sus costumbres; ellos no gastan el licor seminal, están completos; reúnen más
perfecciones que los Elementales animales, porque a diferencia de estos últimos
ellos no gastan jamás su licor seminal.
En el Edem viven dichosos los Elementales. Todo aquél que sigue la Senda
del Matrimonio Perfecto entra de hecho en el Edem.
Quien ha logrado el desarrollo completo del fuego sagrado entra de hecho
en el Edem.
El desarrollo completo del Kundalini nos permite visitar el Edem con el
Cuerpo Etérico.
El Edem es el plano etérico. Una región de color azul intenso, donde
reina la felicidad. En el Edem viven aquellos que aprendieron a amar.
LOS DIOSES DEL TÓTEM
Los Dioses existen y el cristianismo los venera con el nombre de
Ángeles, Arcángeles, Serafines, Virtudes, Tronos, etc., etc.
Los cerdos ignorantes del materialismo creen que el hombre, por temor,
creó a los dioses del fuego, del aire, de las aguas, de la tierra. Ese concepto
de los ignorantes ilustrados del materialismo es totalmente falso. Pronto
aparecerá una lente especial con la cual se podrá ver el aura, el Cuerpo
Astral, el mundo astral, los egos desencarnados y a los Dioses del astral.
Entonces todas las afirmaciones estúpidas de los ignorantes ilustrados caerán
hechas polvo. El ser humano volverá a adorar y reverenciar a los Dioses
inefables. Estos existen desde antes que apareciera el mundo.
ELEMENTALES
Paracelso dice que necesitamos enganchar los Elementales de la
Naturaleza al carro de la ciencia para volar por los aires, cabalgando sobre el
águila, caminar sobre las aguas, transportarnos a los sitios más lejanos de la
tierra en pocos instantes.
Existen Elementales que nos ayudan en los viajes astrales. Recordemos al
elemental de aquél árbol conocido como borrachero, corneta de ángel, flor de
noche, en distintos países. Dicho Elemental puede sacar al ser humano en Cuerpo
Astral. Basta que el estudiante gnóstico tenga siempre un árbol de estos en su
casa. Es necesario ganarse el cariño del elemental del árbol. Por las noches,
el estudiante gnóstico se concentrará en el Elemental del árbol, vocalizará la
sílaba KAM... muchas veces y luego se adormecerá rogando al Elemental del árbol
que lo saque del cuerpo físico y lo lleve en Cuerpo Astral a cualquier remoto
lugar del mundo, del cosmos infinito. Es seguro que el Elemental vegetal
ayudará a todos aquellos que de verdad sepan pedir con fe y amor.
Este árbol es conocido como floripondio en el Perú; higantón en Bolívar,
Colombia. Muchas personas triunfan con estas prácticas inmediatamente porque
son hipersensibles; en cambio hay personas que no son hipersensibles. Dichas
personas necesitan practicar muchísimo para lograr la victoria.
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